El activo no corriente incluye todos los activos que están concebidos para servir a la empresa de manera duradera así como las inversiones financieras con un plazo estimado superior a un año (vencimiento, enajenación o realización).
Dentro del activo no corriente de una empresa se incluyen, entre otras, las siguientes partidas:
– Inmovilizado material o tangible: Bienes muebles y bienes inmuebles destinados a la actividad de explotación de la compañía o a su administración. Fábricas, vehículos, maquinaria, mobiliario…
– Inmovilizado intangible: Activos no monetarios y sin apariencia física que pueden valorarse económicamente, como licencias de uso, concesiones administrativas, aplicaciones informáticas, derechos comerciales… se incluye también el fondo de comercio.
– Inversiones inmobiliarias: Inmuebles poseídos para obtener rentas o plusvalías. Los inmuebles destinados a la producción de bienes o servicios o con fines administrativos se incluyen en el inmovilizado material.
– Activos financieros no corrientes: Inversiones financieras cuyo vencimiento, enajenación o realización se prevé a más de un año vista, como bonos soberanos a 10 años.
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