Las existencias (también conocidas como inventario) son activos poseídos por una empresa con la intención de ser vendidos dentro de las operaciones normales de su actividad de explotación. Por ejemplo, en un supermercado se incluirían todos los productos de alimentación pero no la venta puntual de una furgoneta para renovar la flota.
Las existencias se determinan según la siguiente fórmula general:
Existencias iniciales + compras de existencias – venta de existencias = existencias finales
Las existencias incluyen tanto los materiales básicos como los productos semiacabados y acabados. El control de las existencias es uno de los puntos clave de una empresa: acumular demasiadas entraña riesgos de obsolescencia y pérdida de valor en el caso de productos que evolucionan rápidamente (material informático), deterioro y caducidad (alimentos) y, en cualquier caso, costes de almacenamiento. Por otro lado, tener muy pocas entraña el riesgo de pérdida de ventas potenciales por no poder hacer frente a grandes pedidos.
Los métodos contables que usan las empresas para valorar su inventario pueden diferir, por lo que es importante saber qué método usan:
FIFO (first in, first out): El método FIFO asume que los primeros productos que entraron en la partida de existencias serán los primeros en venderse.
Una pastelería produce 100 pasteles el lunes a un coste de 10€ y 100 pasteles el martes a un coste de 12€. El miércoles vende 100 pasteles. El método FIFO asume que los pasteles que se vendieron el miércoles son los producidos el lunes a 10€, por lo que el inventario a cierre del miércoles es de 1200€, que es la cifra que reflejaría su balance (100 pasteles producidos el martes a un coste de 12€)
Existencias el lunes: 1000€
Existencias el martes: 2200€
Existencias el miércoles: 1200€
LIFO (last in, first out): El método LIFO asume que los últimos productos que entraron en la partida de existencias serán los primeros en venderse. Por ello, en el ejemplo anterior las cuentas de la empresa asumirían que el miércoles se vendieron los pasteles producidos el martes a 12€, por lo que en el inventario quedarían los 100 pasteles producidos el lunes a 10€. Con ese método, la cuenta de resultados de la empresa mostraría un coste de ventas superior (contablemente cada pastel ha costado 12€ y no 10€), por lo que el beneficio declarado acabaría siendo menor.
Existencias el lunes: 1000€
Existencias el martes: 2200€
Existencias el miércoles: 1000€
Coste medio: Este método calcula el coste medio ponderado de los productos del inventario para determinar el valor del coste de ventas y del inventario final. La pastelería anterior asumiría que las ventas del miércoles tuvieron el coste medio de los pasteles producidos el lunes y el martes, por lo que:
Existencias el lunes: 1000€
Existencias el martes: 2200€
Existencias el miércoles: 1100€
(50 pasteles a 10€ y 50 pasteles a 12€)
Recuerda…
• El coste de ventas se extrae a partir de la cuenta de resultados mientras que el inventario final aparece en el balance, en activos corrientes.
• En un contexto de inflación, FIFO da un valor más razonable del inventario final pero también aumenta el beneficio contable al asumir la venta de las existencias más antiguas producidas a un mejor precio, lo que aumenta también los impuestos a pagar. LIFO no es un buen indicador del valor del inventario final porque las existencias que quedan son las más antiguas y pueden estar incluso obsoletas, pero hace que la empresa declare menos beneficios y pague menos impuestos. En un contexto de caída de precios, la situación es la contraria.
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