El margen de seguridad es la diferencia entre el precio o la cotización de un activo y su valor intrínseco. Según los principios de la inversión en valor, cuanto mayor sea el margen de seguridad más protegido estará el capital invertido porque habrá más margen de error para permitir errores de valoración y la inversión tendrá más potencial de revalorización.
Si un inversor cree que el valor intrínseco las acciones de Vinilos S.L. es de 100€ y él las compra a 97€, cualquier pequeño error en sus cálculos o cualquier contratiempo en la empresa podría hacer que el valor intrínseco cayese hasta 85€, por lo que el riesgo de perder una parte de su inversión es elevado. Sin embargo, si el mismo inversor estima el valor intrínseco de estas acciones en 100€ y su norma es invertir como mínimo con un margen de seguridad del 30%, no pagará más de 70€ por acción, lo que le evitará muchos contratiempos.
Cuanto mayor sea el margen de seguridad exigido por el inversor, menos oportunidades de inversión encontrará pero mayor será su potencial de revalorización.
Margen de seguridad exigido | Precio dispuesto a pagar | Valor intrínseco calculado | Revalorización potencial | Porcentaje de revalorización |
30% | 70 € | 100 € | +30 € | +42,85% |
40% | 60 € | 100 € | +40 € | +66,66% |
50% | 50 € | 100 € | +50 € | +100% |
• La cotización se mueve más rápido que el valor intrínseco.
• El margen de seguridad puede variar tanto porque la cotización se acerca al valor intrínseco como porque el valor intrínseco se deteriora por factores adversos (menos beneficios de la empresa, erosión de su ventaja competitiva…).
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