Una opción es un producto derivado sobre un subyacente, normalmente acciones de alguna empresa, pero pueden ser también materias primas, bonos, etc. Una opción le da al comprador la posibilidad de comprar o vender el subyacente a un precio determinado en una fecha concreta (opción europea) o desde el momento de la compra hasta una fecha concreta (opción americana). Cuando una opción da la opción de comprar el subyacente, se denomina opción de compra y, cuando da la opción de vender, opción de venta.
Todas las opciones tienen varios componentes básicos: el subyacente (qué se puede comprar o vender), el vencimiento (cuándo o hasta cuándo) y el precio de ejercicio (a qué precio).
Aunque son un instrumento financiero poco conocido por los inversores, en realidad las opciones abundan fuera de los mercados financieros. Por ejemplo, a la hora de comprar un piso por 100.000€, es habitual que el comprador acuerde pagar al vendedor una señal de 2.000€ y, a cambio, el vendedor le reserva el piso durante varias semanas a ese precio. Dicho de otro modo, el comprador potencial del piso ha adquirido la opción de comprar el inmueble a 100.000€ (precio de ejercicio) en los próximos días (vencimiento), y esa posibilidad (opción) le ha costado 2.000€ (prima).
Las opciones se pueden utilizar como instrumentos de cobertura o simplemente como otro producto de inversión o especulación.
Ejemplo de inversión o especulación con opción de compra:
Carlos cree que las acciones de Pino Verde S.L., que hoy cotizan a 10€, subirán hasta 20€ dentro de pocos días tras la presentación de resultados, pero no quiere arriesgarse a comprar sus acciones porque considera que pueden seguir cayendo y que su previsión puede no cumplirse, por lo que compra la siguiente opción:
Opción de compra de 100 acciones de Pino Verde a 10€ con vencimiento a 30 días.
Carlos paga por esta opción 30€. Si su previsión es correcta y las acciones de Pino Verde han aumentado su valor en la fecha de vencimiento hasta 23€, Carlos ejecutará su opción de comprar 100 acciones a 10€, que podrá vender al instante por 23€. De esta manera, habrá ganado 13€ por acción (1300€ en total).
En caso de haberse equivocado, Carlos no ejecutará la opción y simplemente habrá perdido los 30€ que le costó la opción (la prima). Sin embargo, si Carlos hubiese comprado 100 acciones a 10€ y hubiese puesto una orden stop-loss en 9€, habría perdido 100€, por lo que consideró que comprar la opción era la mejor manera de intentar realizar esta operación.
Ejemplo de cobertura con opción de venta:
La empresa Petróleo Alegre sólo es rentable cuando la cotización del petróleo se encuentra por encima de 60 dólares por barril. En la épocas de bonanza, con el barril por encima de 100 dólares, todo iba como la seda. No obstante, ahora la cotización está cayendo, ya va por los 65 dólares y la empresa prevé que llegue hasta 40, lo que supondría que la empresa tuviese pérdidas. Para evitarlo, deciden comprar la siguiente opción:
Opción de venta de XXXX millones de barriles de petróleo a 65 dólares por barril con vencimiento a 6 meses.
De esta manera, Petróleo Alegre podrá sobrevivir porque, si el petróleo cae por debajo de 65 dólares, ejecutará su opción y el vendedor estará obligado a comprarle a la empresa a 65 dólares por barril. Si al final el precio del petróleo se mantiene, la empresa pierde únicamente el dinero pagado por la opción.
Recuerda…
•Las opciones sólo dan la “opción” de comprar o vender al comprador, no al vendedor.
•Si una opción tiene un vencimiento el 30 de marzo, sólo se podrá ejecutar el mismo 30 de marzo si se trata de una opción europea pero se podrá ejecutar antes (nunca después) si es americana. Como las opciones americanas pueden ejecutarse durante todo el periodo de vida de la opción, son algo más caras.
• En cualquier tipo de opción, el comprador limita sus posibles pérdidas al precio pagado. El vendedor, sin embargo, limita sus posibles ganancias al precio cobrado.
Deja un comentario