La tasa de descuento es un porcentaje que equivale a la rentabilidad esperada en una inversión y que se usa ampliamente en los modelos que proyectan beneficios o flujos de caja para calcular el valor intrínseco de una acción.
Partiendo de la base de que un euro hoy vale más que un euro dentro de un año por su capacidad de generar intereses, la tasa de descuento se utiliza para establecer una relación entre el dinero de hoy y el del futuro:
Juan quiere irse de viaje en dos años, y necesita ahorrar 1000€ para ello. Como su banco le ofrece un depósito al 5%, utilizará ese 5% como tasa de descuento para averiguar cuánto dinero tiene que depositar hoy para poder permitirse el viaje en el futuro:
La fórmula que Juan utiliza para calcular cuánto dinero necesitará es la siguiente:
1000€ / 1+0.05 (tasa de descuento)
Como la fórmula se debe repetir una vez por cada año esperado, cuantos más años espere Juan, menos dinero requerirá para el viaje. De esta manera, Juan “trae al presente” los beneficios futuros (1000€) para saber cuánto le costará hoy llegar a tener ese dinero. Se podría decir que la tasa de descuento es el sistema inverso al del tipo de interés, que proyecta el dinero obtenido en el futuro a partir del dinero actual:
La diferencia entre la tasa de descuento y el tipo de interés es que el tipo de interés lo fija el emisor del producto financiero, mientras que la tasa de descuento que quiere cada inversor la decide él mismo:
El Estado de Inversolandia emite bonos a un año: los inversores hoy invierten 1000€ y recibirán 1030€ en un año. Dicho de otro modo, el Estado ha fijado el tipo de interés en un 3%, y Pedro compra un bono. Sin embargo, al rato se acuerda de que necesita el dinero de la inversión para pagar su letra del coche por lo que busca un comprador del bono para recuperar el dinero. Francisco está interesado pero él exige una tasa de descuento del 4%. Como dentro de un año recibiría 1030, le ofrece a Pedro 990,38€, que Pedro es libre de aceptar.
Cuanto más arriesgada es una inversión, mayor es la tasa de descuento que aplica el mercado (dicho de otro modo, mayor es el tipo de interés que exige). Por ejemplo, el mercado probablemente pagaría unos 970€ por un bono soberano a un año de un país estable que devolverá 1000€ al poseedor del bono, una tasa de descuento del 3,09%. Sin embargo, por el mismo bono de un país inestable es posible que se paguen 915€, una tasa de descuento del 9,28%.
Recuerda…
• No puedes decidir cuántos beneficios ofrece un bono, una acción o un producto financiero (¡e incluso es difícil estimarlo con precisión!), pero puedes exigir la tasa de descuento que consideres conveniente y esperar hasta que la cotización llegue al nivel necesario para que obtengas la rentabilidad deseada.
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