Muchos inversores, al escuchar a conocidos gestores de fondos de inversión decir que utilizan un PER 15 como referencia el 90% de las veces, se aferran a este ratio de manera desmedida, lo que puede hacerles caer en trampas de valor o, en el mejor de los casos, impedir que puedan afinar los puntos de entrada y salida de sus operaciones con más precisión.
Un PER 15, que equivale a una tasa de descuento o rentabilidad esperada del 6,67% anual, puede no ser adecuado en varias situaciones:
– Cuando la renta fija esté ofreciendo rentabilidades superiores. El PER 15 se utiliza como referencia porque la rentabilidad media de la bolsa de Estados Unidos es cercana al 7% (6,67% x 15 años = 100%). Como la renta variable es más inestable e impredecible que la renta fija, parece razonable invertir en ella sólo cuando la rentabilidad es mayor a la de los bonos gubernamentales seguros. Por tanto, si un bono que ofrece un 9% de rentabilidad puede ser una alternativa de inversión a unas acciones por sus características, el inversor debería utilizar un PER 11 como referencia para dichas acciones (9% x 11,1 = 100%). Comprar por encima de PER 11 cuando los bonos ofrecen un 9% entraña una generosidad excesiva porque hay un producto más estable y seguro que ofrece más rentabilidad.
– Cuando se invierta en empresas cíclicas. Las empresas cíclicas tienen unos resultados muy dispares dependiendo del momento del ciclo económico. Las compañías cíclicas ven reducidos sus beneficios drásticamente o incluso entran en pérdidas en momentos de ralentización o depresión económica, por lo que invertir en una empresa con un BPA de 2€ a PER 15 (Precio de compra 30€) puede ser muy peligroso si en los próximos ejercicios el BPA cae a 0,20€ o entra en terreno negativo. Para compensar este mayor riesgo , muchos inversores en valor consideran que el P/E de referencia para este tipo de empresas es de 10 en lugar de 15, lo que hace que su rentabilidad potencial sea más atractiva.
– Cuando se invierta en grandes multinacionales muy conocidas y con grandes ventajas competitivas. Algunas empresas de este tipo están tan controladas por todos los analistas y el mercado en general que es muy difícil que se alejen demasiado de su valor intrínseco. Además, al presentar beneficios muy estables y ligeramente crecientes en prácticamente cualquier situación económica, es extremadamente complicado encontrarlas a PER 15. Una práctica extendida con este tipo de compañías es analizar su PER medio en los últimos años (puede ser 19, 22…) para comprobar que la inversión se está realizando a múltiplos razonables en relación con su media histórica.
– Cuando se invierta en sectores o países considerados de riesgo. Hay algunos sectores o países que el mercado considera arriesgados, por lo que sus compañías siempre cotizan a múltiplos de 7-12 y pueden hacer falta años y una situación excepcional para que el PER llegue a 15. Esto puede no ser un problema porque, como el precio de la acción no es más que la combinación del BPA x PER, mientras el beneficio de la empresa crezca también lo hará la cotización aunque el PER se mantenga bajo. El problema viene cuando se invierte en empresas asentadas con pocas posibilidades de aumentar sus beneficios, lo que puede hacer que el inversor se vea atrapado en años y años de cotización lateral mientras el PER bajo de la compañía permanece inalterable.
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